Ahora que las series de TV están ofreciendo más alternativas que las películas en cuanto a originalidad y producción, es bueno volver a la pantalla chica a ver qué nuevas series aparecen y puedan captar nuestra atención. Gracias a la sugerencia de un colega, comencé a ver Halt and Catch Fire (2014), emitida por la cadena AMC, la misma de Breaking Bad. La serie sigue el desarrollo de las primeras computadoras personales a inicios de la década de 1980, reconstruyendo el ambiente de creatividad y caos que significó este tipo de proyectos a través de tres personajes: Joe Mc Millan, Gordon Clark y Cameron Howe.
Hay dos aspectos que me llamaron la atención al ver esta serie. La primera es que se aleja del modelo clásico de Silicon Valley y de Steve Jobs. La serie muestra que el avance en la computación se debió a trabajos de equipo y no solo a genios individuales. Así, fue necesario reunir talentos diversos y heterogéneos, desde quienes sabían programar hasta quienes podían vender equipos y proyectos que aún se hallaban en borrador. La serie se desplaza hacia Texas, región en donde surgió el Prairie Valley, uno de los epicentros de desarrollo de software que compitió abiertamente con Silicon Valley en California y las compañías que ahora conocemos.
La segunda es que la serie pone énfasis en las protagonistas femeninas y el rol que estas tuvieron en el desarrollo de la informática. Hay dos personajes principales: Cameron Howe, arquetipo de programadora anarquista que desea que las computadoras sean más que máquinas, y Donna Clark, casada con Gordon Clark, y experta en computadoras. Ambas terminan formando una start up para producir videojuegos en línea a través de un modem, el predecesor de nuestros actuales juegos vía internet. Y ambas, por supuesto, sufren del machismo propio de un sector como el informático que visibiliza más a hombres que a mujeres.
Es una excelente serie y recomiendo verla (su primera temporada completa ya está en Netflix). Los mayores de treinta sentirán algo de nostalgia al ver el desfile de las primeras computadoras que llegaron al Perú y que tratamos de conseguir cuando éramos aún niños: el Atari, las Commodore, y las primeras Apple. Los más jóvenes también la disfrutarán, y podrán apreciar cuánto hemos avanzado en estos últimos treinta años.
Esta columna apareció en Diario Exitosa (4 de octubre de 2015). La imagen proviene de IMDB.